Todos los judíos somos responsables por cada judío
EL HOLOCAUSTO
El Holocausto judío (en hebreo shoá)
fue la persecución estatal sistemática y el asesinato de seis millones
de judíos, entre los cuales un millón y medio eran niños, por parte de
la Alemania nacionalsocialista. Esta política genocida no
solamente fue aplicada contra los judíos sino también abarcó la muerte
de opositores políticos, gitanos, testigos de Jehová, homosexuales,
inválidos y otras comunidades religiosas.
Cuando en 1918 los
países Aliados hicieron responsable a Alemania de la Primera Guerra
Mundial, el país germano quedó asfixiado económicamente por el
peso de las indemnizaciones de guerra, que tendría que pagarse desde
1918. En ese contexto la República de Weimar tuvo que luchar contra el
desempleo masivo sumado a una inflación muy fuerte que hacia que el
dinero no valiese nada.
En un país desvastado Adolf Hitler asumió el control del Partido Nacional Socialista y
se dedicó a la agitación política por toda Alemania. Para 1933 a través
de una manipulación del proceso democrático fue nombrado canciller. Un
año después tomó el poder absoluto en Alemania e instaló una dictadura. Su gran consenso social se debió a las grandes promesas electorales del pleno empleo y la revalorización de la raza aria, así como también responsabilizar a los judíos de todos los males del país.
La
persecución contra miembros de esta comunidad comenzó poco tiempo
después de que Hitler asumiera el poder total en Alemania. Las primeras
persecuciones fueron expulsar a los judíos de los cargos estatales y
universidades. A estas medidas se sumaron la realización de actos
vandálicos contra sinagogas, propaganda antijudía, boicots comerciales
contra sus comercios, implantación de las leyes de Nuremberg, la Noche de los Cristales Rotos y el confinamiento de los judíos en Guettos.
Cuando el primero de septiembre de 1939 estalló la Segunda Guerra
Mundial la persecución a miembros de esta comunidad se había extendido
por toda Europa.
El 20 de enero de 1942, 13 líderes nazis se reunieron en la localidad de Wannsee para discutir la eliminación total de los judíos europeos. Al plan se lo denominó eufemísticamente "Solución Final". De este modo los judíos pasaron de los Guettos a las deportaciones y de ahí a los campos de exterminio terminando con la vida de seis millones de judíos.